miércoles, 31 de octubre de 2012

Stevia

La stevia y sus propiedades

Alimentación sana

Se trata de un edulcorante natural con importantes beneficios y propiedades en distintas áreas.

Se la considera la planta más dulce de la tierra. Es originaria de las comunidades aborígenes del Paraguay y actualmente es cultivada en Amazonas.

Contiene carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales. Sus hojas son 30 veces más dulces que el azúcar, no contiene calorías y tiene efectos beneficiosos en la absorción de la grasa y la disminución de la presión arterial.

Hasta el momento, no se reportan efectos negativos de ninguna clase. 1 taza de azúcar equivale a una cucharada y media de la hierba fresca o ¼ de cucharada del polvo de extracto de stevia.

Diversos estudios científicos destacan su valor antibiótico, especialmente contra distintas bacterias y hongos, por ejemplo sobre el Candida Albicans, productor de vaginitis en la mujer.

Lo más sorprendente es que no afecta los niveles de azúcar en sangre, muy por el contrario, se han demostrado sus propiedades hipoglucémicas. Además, mejora la tolerancia a la glucosa, lo que ha provocado su indicación en pacientes diabéticos.

Por otro lado, es un arma eficaz en la lucha contra la obesidad, no solamente porque ayudará a disminuir la ingesta de calorías, sino porque además reduce el apetito y la necesidad de consumir dulces de distinto tipo.

También se le atribuyen propiedades para el control de la presión arterial, dado su efecto vasodilatador y diurético y su capacidad para favorecer la regulación de la presión y los latidos del corazón. 

En cuanto a su consumo, la stevia puede encontrase en tiendas de productos naturales y farmacias en forma de polvo o en su presentación natural. El polvo se disuelve en agua, para luego administrarse en gotas o por cucharadas. Se puede utilizar para endulzar cualquier alimento. 

Evidentemente, como sucede con tantos productos naturales que hoy en día se redescubren pero que provienen de la sabiduría y armonía con la naturaleza de nuestros antepasados, ofrece una gran cantidad de beneficios para nuestra salud.



El desayuno perfecto



Que el desayuno es necesario, constituye la principal comida del día y aporta grandes beneficios al organismo son cosas sabidas por nosotros, pero a la hora de desayunar, éste necesita ser equilibrado y para ello, te ayudare a lograrlo.

Un desayuno equilibrado debe contener todos los nutrientes necesarios en sus porciones adecuadas de manera de satisfacer las demandas del cuerpo y brindarle la energía apropiada para funcionar desde el principio del día. El desayuno debe suponer un 25% de la ingesta calórica diaria y este lo cumple, sobre todo para personas activas.

A continuación os voy mostrar un desayuno concreto que sería un ejemplo de desayuno equilibrado:

DESAYUNO 1 :



Ingredientes.
2 rebanadas de pan, 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 tomate, 1 taza de cereales (copos de maíz sin azúcar ), zumo de 2 naranjas, 200 ml de leche semidesnatada con café y 1 cucharada de STEVIA.
Preparación.
Aqui no hay mucho que comentar, las tostadas son con aceite de oliva y tomate. La leche la hemos preparado con STEVIA y café, por eso de quitar azúcares simples que contendría el cola-cao o similares preparados. El zumo es de naranja aunque podemos alternar con limón o pomelos.
Para tomar.
Evidentemente se debe de tomar por la mañana temprano, en el desayuno, para prepararnos para un nuevo día. Este desayuno nos da la energía necesaria para afrontar la mañana, al menos hasta un tentempié a media mañana. 
Para algunos igual puede ser demasiado, os aseguro que para un deportista frecuente no, pero sólo hay que quitar una tostada para rebajar unas 100 kcal. El zumo de naranja nos aporta vitamina C y fibra, el aceite de oliva vitamina E, la leche vitaminas A y D, aparte del gran aporte de minerales y otros antioxidantes del tomate.
Vamos, todo un desayuno perfecto en el que día a día podemos variar algunos aspectos: aceite por jamón cocido, cereales por barritas energéticas, naranjas por manzana, leche por yogurt o cuajada, el zumo por una pieza de fruta...


Cuando comer fruta


A todos nos gusta la fruta y todos sabemos a ciencia cierta que es un alimento beneficioso para el organismo por la cantidad de nutrientes que nos brinda para el correcto desarrollo de las diferentes funciones que llevamos a cabo a diario. 

A pesar de saber todo esto en muchas ocasiones seguimos dudando del momento idóneo para ingerir fruta, y por ello quiero destacar el mejor momento de la jornada para ingerir este alimento y aprovecharlo al máximo.

Por norma general la fruta se suele comer después de las comidas, ya que consideramos que se trata de un postre, y como tal la tratamos, aunque es el peor momento del día para comerlas, pues la mayoría de los nutrientes que nos brinda se pierden durante el proceso digestivo, al ser más largo de lo normal y fermentar en el estomago. Esta fermentación es la causante de que se ralentice la digestión y a muchas personas les pueda llegar a sentar mal comer la fruta después de comer. Si seguimos esta máxima llegaremos a la conclusión que el mejor momento para comer fruta es entre horas, que es cuando tenemos el estomago vacío y por lo tanto no puede hacer que se ralentice la digestión ni se fermente.

Pero a todas las horas no es demasiado aconsejable, pues la fruta, al igual que contiene muchas vitaminas y minerales tiene una sustancia llamada fructosa, que el cuerpo convierte en glucosa y energía. Si no consumimos esta energía esta glucosa tenderá a acumularse en el organismo en forma de grasa, por ello debemos reparar en que la fruta también hay que consumirla en las horas más centrales del día. Comenzar la jornada con fruta es una buena manera de cargarnos de energía, al igual que consumirla a media mañana y a media tarde. Pero los momentos más idóneos son por la mañana, ya que el metabolismo trabaja más rápido consiguiendo quemar antes las calorías que nos aporta. Pero no debemos olvidar que la fruta es un alimento con bajo aporte graso y calórico, ya que la fructosa no es lo mismo que las calorías ofrecidas por los hidratos de carbono, sino que el cuerpo la asimila mucho mejor y la quema más rápido sin apenas acumularse en grasa.


Esto hace que la fruta sea el mejor tentempié de la tarde, que es cuando el metabolismo va más lento, aunque verduras como el apio son más recomendables al contener menos aporte calórico. Por todo esto las frutas son un alimento que no deben faltar en la dieta, pero tienen que comerse con cabeza y respetando unos principios que las convierten en un alimento apto para comer entre horas y ayudarnos así a saciar el hambre de una manera sencilla y sabrosa. Así que siempre debemos tener el frutero lleno con distintas variedades y sabores, pues cada una de ellas nos aportara un determinado grupo de nutrientes.


Consejo: Una pieza de fruta una hora antes de las comidas, reducirá y saciará en parte el apetito además de aprovechar todas las vitaminas de la fruta con una correcta digestión!!




A continuación os adjunto un vídeo informativo sobre el mundo de la fruta, espero que lo disfruteis!! :



lunes, 29 de octubre de 2012

Claves para comer sano

CLAVES PARA COMER SANO



Una buena alimentación permite reducir muchas enfermedades

Cuando empieza un nuevo año, con él aumentan los propósitos para mejorar nuestro cuerpo y mente: adelgazar, hacer deporte o dejar de fumar se convierten en prioridades y objetivos fundamentales. Va siendo hora de plantearnos que también es indispensable comer de una forma más sana. Una dieta equilibrada nos permite reducir y evitar muchas enfermedades, se agiliza la mente y ayuda a llevar una vida más gratificante y plena.

La importancia de desayunar

Comer en las primeras horas de la jornada no sólo beneficia nuestro organismo, sino que es vital para mantener nuestra mente activa. Numerosos estudios científicos demuestran, por ejemplo, que los niños que van a la escuela sin desayunar muestran una disminución de su capacidad física máxima, resistencia al esfuerzo, fuerza muscular, y capacidad de concentración y aprendizaje.

Cinco comidas al día

desayuno No estamos exagerando. Los nutricionistas recomiendan realizar entre cuatro y cinco comidas al día para estar sano y evitar ingestas copiosas. Para ello, es aconsejable reducir las cantidades en cada una de las tomas diarias; es la mejor forma de mantener una dieta constante y equilibrada. Se recomienda un desayuno generoso a primera hora de la mañana, tomar algo ligero como una pieza de fruta a mediodía, una comida equilibrada, una merienda suave a media tarde y realizar una cena ligera. Es importante que por la noche cenemos poca cantidad, ya que la necesidad de energía es menor. Además, el metabolismo trabaja más despacio, haciendo las digestiones más pesadas.

2 litros de agua

El agua es fuente de vida: un 60% de nuestro organismo está compuesto por este elemento. Además, el agua que consumimos trae consigo otras sustancias vitales, como sales minerales importantísimas en diversos procesos bioquímicos. Así, al beberla, podemos ingerir magnesio, calcio o incluso cloro. Es importante beber entre 2 y 3 litros de agua al día, lo que equivale a 8 vasos diarios, para "reponer" la cantidad de agua que perdemos durante la jornada, bien sea a través del sudor, la respiración o la orina. La ingesta debe incrementarse en las siguientes situaciones: ejercicio físico, temperaturas elevadas, estados febriles, edad avanzada.

 4-5 piezas de frutas y verduras

Una dieta saludable es la que incluye cuatro o cinco piezas de frutas y verduras al día, que pueden alternarse en el desayuno, comida y cena. Estos alimentos son ligeros, sanos y ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes. La población española consume unos 500 gr. diarios de media, según datos de la OMS para 2003, de los cuales más de la mitad corresponden a las frutas.


pisto  ensalada con tomate y huevo 

Dieta mediterránea

La alimentación de los españoles responde a lo que viene considerándose dieta mediterránea, sinónimo de dieta "prudente" y saludable a la luz de los últimos estudios sobre la relación dieta-salud y teniendo en cuenta, además, la expectativa de vida de población española, una de las más altas del mundo. Consiste en un alto consumo de verduras, frutas, cereales y leguminosas y moderado de lácteos y carnes; y, dependiendo de la zona geográfica, de pescado y aceite de oliva y en una moderada ingesta de alcohol principalmente en forma de vino.

Nutrientes

Según la Fundación Española de la Nutrición, la dieta debe cumplir estas tres reglas: variada, moderada, equilibrada. Las funciones vitales dependen del aporte de nutrientes, que deben ser administrados en la dieta diaria.

ensalada de arroz -Hidratos de carbono: se deben ingerir todos los días. El consumo de azúcares y dulces debe ser moderado. 

-Fibra: aunque no es un nutriente energético o plástico, interviene eficazmente en los procesos digestivos.

-Lípidos: las grasas son básicas en nuestra alimentación... el problema está en su consumo excesivo. La grasa que contienen los alimentos, y la que empleamos en su preparación, contribuyen de manera decisiva en su textura, aroma y palatabilidad. Como medida de preventiva en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, se recomienda que el contenido de grasa en la dieta no supere el 30% de las calorías totales ingeridas. 

-Proteínas: las necesidades de proteínas son diarias, ya que no se almacenan. En nuestra alimentación, no sólo carnes, lácteos, pescados y huevos nos las proporcionan. Los cereales y sus derivados, junto con las legumbres, tienen un importante papel como fuente de proteínas. 

-Vitaminas: Los requerimientos de vitaminas hidrosolubles son casi diarios, ya que no se almacenan. Las dietas pobres en grasa lo son también en vitaminas liposolubles. En individuos sanos, una dieta equilibrada es suficiente para cubrir sus necesidades vitamínicas, siendo innecesarios los suplementos farmacológicos.

¿Cómo conseguir una dieta equilibrada?

Se recomienda el consumo de los siguientes alimentos:

-De 6 a 11 raciones de alimentos del grupo de cereales (arroz, pasta, pan, prefiriendo los integrales) o patatas

-De 3 a 5 raciones de verduras hortalizas

-De 2 a 4 raciones de fruta (se recomienda algún cítrico). 

-De 3 a 4 raciones de lácteos (preferiblemente desnatados). 

-De 2 a 3 raciones de carnes equivalentes; pescados, huevos, leguminosas. 30 - 40 gr. de grasa, principalmente aceite de oliva o de semillas.